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  • Chancay en marcha: el megapuerto que promete grandes cambios

    Chancay en marcha: el megapuerto que promete grandes cambios

    Actualmente, la mayoría de la carga proviene de las zonas centro y norte del país. Por ejemplo, desde Trujillo, un envío puede demorar aproximadamente seis horas. El principal desafío en la captación de carga radica en el sur del país.

    Las expectativas en torno al nuevo megapuerto de Chancay han sido bastante altas desde su anuncio. La primera etapa del Puerto de Chancay se concluyó en noviembre del 2024, en el marco de la cumbre APEC. Tras una fase de pruebas que abarcó los primeros meses del año, a inicios de junio comenzó oficialmente la operación comercial.

    Entre enero y mayo se han movilizado cerca de 96,200 TEU, lo que ha llevado a Cosco Shipping a revisar —al alza— su proyección inicial para el 2025: de 200,000 TEU a un rango entre 250,000 y 300,000 TEU para el cierre de su primer año de operación. El objetivo más próximo para Cosco Shipping es alcanzar el millón de TEU por año, meta que esperan lograr entre el tercer y quinto año de operación. De conseguirlo, sobrepasarían al terminal portuario de Paita, administrado por Terminales Portuarios Euroandinos S.A., el cual moviliza más de 320 mil TEU. Además, esto los colocaría en competencia directa por el segundo lugar con el Terminal Norte Multipropósito del Callao, operado por APM Terminals, que actualmente maneja 1.1 millones de TEU.

    Este puerto representa una gran oportunidad para el mejoramiento logístico del país. En los últimos años se ha evidenciado una creciente congestión en el puerto del Callao, que ha generado serias ineficiencias. Se estima que su infraestructura actual está llegando a su límite, mientras que las exportaciones crecen a un ritmo superior al 6% anual. En este contexto, Chancay llega en un momento oportuno, ya que podría captar carga proveniente de la costa centro y norte del país, contribuyendo a descongestionar el Callao y brindando la posibilidad de aumentar los volúmenes de producción sin el temor de una limitada disponibilidad de transporte en el corto plazo.

    En lo que respecta a la agroexportación, los mayores volúmenes exportados hasta la semana 23 corresponden a la palta, con casi un 65% de participación, seguido por la palma con un 15% y el arándano con apenas un 1%. Sin embargo, conforme se acercaba la fecha de inicio oficial de operaciones comerciales, se observaba una tendencia creciente en las exportaciones de mandarina, que en el mes alcanzaron una participación del 10%, superando en volumen a la mayoría de los productos.

    Durante los meses de prueba, el principal destino de las exportaciones fue Europa, con casi un 50% de participación, aunque esto parece haber sido una situación transitoria. En los últimos dos meses, se ha evidenciado un creciente aprovechamiento de la ruta directa a China, que ya representa cerca del 11% del total. Este puerto jugará un papel clave en la diversificación de destinos hacia todo el continente asiático, especialmente China, gracias a su ruta directa con Shanghái, la cual tarda apenas 23 días, otorgándole una clara ventaja competitiva frente a otros puertos de la región.

    Sin embargo, el aprovechamiento de estos nuevos destinos dependerá en gran medida del accionar del sector privado, tanto en el desarrollo de estrategias comerciales que capitalicen esta ventaja como en la generación de nuevos productos con potencial de éxito en mercados como el chino. Un ejemplo actual es la creciente demanda por frutas como la cereza y la frambuesa en esa región. Asimismo, autoridades reguladoras, como el SENASA o el Ministerio de Relaciones Exteriores, desempeñan un rol crucial en la concreción de nuevos acuerdos para la exportación de productos peruanos, así como para la importación de material genético que permita el desarrollo de nuevas variedades enfocadas en esos mercados.

    Actualmente, la mayoría de la carga proviene de las zonas centro y norte del país. Por ejemplo, desde Trujillo, un envío puede demorar aproximadamente seis horas. El principal desafío en la captación de carga radica en el sur del país, ya que las mercancías deben atravesar toda Lima por la carretera Panamericana, lo que puede generar importantes retrasos. Por ello, todos los envíos provenientes de Ica y de regiones más al sur del país aún consideran como mejor opción continuar saliendo por el Callao. Esta situación limita, por ahora, el alcance del puerto de Chancay en esa zona. Por esta razón, existen en agenda varios proyectos complementarios, tanto viales como ferroviarios, orientados a mejorar la conectividad con el sur de Lima. Sin embargo, se estima que estas obras no estarán concluidas hasta dentro de al menos cuatro años.

    En el corto plazo, se espera que la mayor parte de la carga continúe proviniendo de regiones ubicadas al norte de Lima, especialmente si su destino es algún país asiático. Bajo estas condiciones, el puerto de Chancay se perfila como una alternativa altamente atractiva frente a sus competidores directos: los dos terminales del Callao, operados por DP World y APM Terminals. Por tanto, cuando se inicien las campañas fuertes de arándano, uva y mandarina, es probable que una parte significativa de esa carga sea redirigida hacia el puerto de Chancay.

    Las estimaciones actuales señalan que, en el futuro, este megapuerto podría acaparar más del 25% de toda la carga agroexportadora del país. Sin embargo, esto dependerá también del interés de los exportadores en seguir expandiéndose hacia mercados asiáticos. Si se logra cultivar de forma masiva cereza y frambuesa, el puerto de Chancay será un aliado estratégico clave para competir con Chile y México en el principal mercado importador: China. Este escenario representaría uno de los saltos más importantes para el sector agroexportador, comparable con la introducción del arándano y de las variedades premium de uva en el Perú.

    Fuente: FreshFruit

  • Cereza y frambuesa: ¿la próxima apuesta peruana para China desde Chancay?

    Cereza y frambuesa: ¿la próxima apuesta peruana para China desde Chancay?

    China sigue siendo el mayor importador mundial de cerezas: en el 2024, sus compras superaron las 450,000 toneladas. El acceso al mercado chino no es automático. Para exportar cereza o frambuesa fresca, el Perú necesita protocolos fitosanitarios aprobados, un proceso que puede demorar años.

    En lo que va del 2025, la agroexportación peruana ya supera los US$ 4,200 millones, impulsada por productos frescos como palta (US$ 750 millones), uva (US$ 682 millones) y arándano (US$ 235 millones), logrando abrir nuevos mercados y, en algunos casos, superar a gigantes como Chile. Ahora, con el megapuerto de Chancay operando y la ruta directa a Shanghái reduciendo el tránsito a solo 23 días, surge una nueva oportunidad: ¿pueden la cereza y la frambuesa convertirse en las próximas estrellas peruanas rumbo a China aprovechando esta ventaja logística?

    UN MERCADO CHINO VORAZ… PERO MÁS COMPETITIVO QUE NUNCA

    China sigue siendo el mayor importador mundial de cerezas: en el 2024, sus compras superaron las 450,000 toneladas, de las cuales alrededor del 95% llegaron desde Chile. Durante la última campaña, los precios en el Año Nuevo Chino alcanzaron picos de US$ 7.2 por kilogramo para la fruta de mejor calidad, aunque el promedio de la temporada estuvo cerca de los US$ 5.8 el kilogramo. Para la frambuesa, la demanda china mantiene un crecimiento de doble dígito anual, y los precios por fruta premium rondan los US$ 8.2 el kilogramo, con preferencia por importaciones de México y España.

    PERÚ: ¿LISTO PARA EL SALTO?

    Actualmente, el Perú cuenta con menos de 60 hectáreas de cereza en zonas piloto (Arequipa y Junín), aún lejos de las 65,000 hectáreas de Chile. Las exportaciones peruanas de frambuesa apenas superan las 230 toneladas anuales, mientras que México exporta más de 170,000 toneladas y España unas 72,000 toneladas. La brecha es grande, pero el potencial existe.

    El gran reto técnico es la ventana de cosecha y la vida poscosecha: la cereza requiere climas fríos y genética adaptada; la frambuesa tiene solo 4 a 7 días de vida útil sin cadena de frío estricta. En ambos casos, la logística rápida es esencial. Aquí, el puerto de Chancay puede marcar la diferencia, pero solo si el sector apuesta por tecnología poscosecha, variedades de alto rendimiento y manejo avanzado.

    LO QUE FALTA: PROTOCOLOS, INVERSIÓN Y ESTRATEGIA PÚBLICOPRIVADA

    El acceso al mercado chino no es automático. Para exportar cereza o frambuesa fresca, el Perú necesita protocolos fitosanitarios aprobados, un proceso que puede demorar años. El arándano peruano tardó seis años en conseguir acceso, y la cereza chilena negoció durante más de diez años. Será fundamental acelerar el trabajo con SENASA, promover ensayos piloto y coordinar acciones público-privadas para evitar retrasos.

    Si el Perú logra superar estos retos y capitaliza la ventaja logística de Chancay, podría diversificar su canasta exportadora e ingresar con fuerza a un mercado valuado en más de US$ 3,200 millones solo en cerezas importadas. La experiencia del arándano demuestra que, con visión de largo plazo y trabajo conjunto, el salto es posible.

    Fuente: FreshFruit

  • Estado del Mercado, semana 24

    Estado del Mercado, semana 24

    Estado del Mercado, semana 24

    Peras: En México se percibe un mercado en general activo, con un buen ritmo de ventas para la pera argentina, pero más cauteloso en la recepción de las existencias estadounidenses.

    Manzanas: Se registra una ligera disminución en la oferta de manzanas importadas en los mercados de China, manteniendo la presencia de Nueva Zelanda, Sudáfrica y Chile, mayoritariamente de variedades bicolor.

    Naranjas: Ante una limitada disponibilidad, se mantiene un buen movimiento para Navel y tendencia al alza en las cotizaciones en Estados Unidos.

    Limones: Cotizaciones observan alzas semanales dentro del mercado estadounidense. Volúmenes argentinos lideran la oferta de limones del hemisferio sur.

    Soft citrus: Se registra movimiento de mandarinas importadas en el mercado estadounidense, con cantidades limitadas provenientes de Sudáfrica y Australia.

    Kiwis: Precios de venta para el kiwi chileno en Europa se ajustan y acercan a los niveles observados en la temporada anterior. Exportaciones chilenas se mantienen firmes y aumentan en la semana 23 en el mercado de Europa.

    A continuación se detalla más información del estado de la oferta de la fruta, demanda y precio en los diferentes mercados para cítricos, pomáceas, uvas de mesa, carozos y kiwis

    Enfoque por especie

    Estado del Mercado semana 24
    Fuente: PortalFrutícola
  • Las claves de la exitosa última campaña peruana de uva de mesa

    Las claves de la exitosa última campaña peruana de uva de mesa

    La campaña de uva de mesa peruana 2024-2025 (que coloca a nuestro país en la cúspide de exportadores a nivel mundial) ha dejado múltiples aprendizajes, los cuales fueron discutidos durante un reciente weibinar organizado por Fluctuante. A propósito, Alejandro Cabrera, Cabrera, ejecutivo con amplia experiencia en el sector agroindustrial, participó del evento y resumió las ideas clave:

    .Los principales retos productivos en los campos siguen estando ligados a condiciones ambientales: sequías, estrés hídrico, temperaturas extremas, suelos salinos.

    .Sin embargo, factores como el incremento de costos de producción y los cambios regulatorios y de la demanda, cada vez se hacen una constante en los análisis de cierre de temporadas.

    .Sin duda, el principal desafío de la temporada pasada fue el logístico: falta de contenedores vacíos, alta demanda de transporte terrestre, falta de confirmación de espacios en las naves, fueron una dolencia generalizada para el sector.

    .A pesar del buen arranque en términos de precios, los últimos meses de la temporada fueron sumamente complicados, impactados por el incremento de la oferta.

    .La uva sigue siendo un producto con una mayor participación y frecuencia de compra en los segmentos económicos de ingresos altos (realidad compartida en países como EE.UU., Japón y China).

    .Perú culminó, una vez más, como el principal exportador de uvas de mesa a nivel mundial, con más de 83 millones de cajas de 8.2 kg, a pesar de no estar entre los principales productores del mundo de este cultivo (considerando Tm producidas).

    .15 regiones del Perú (de un total de 24), producen más de 50 variedades de uva de mesa, a lo largo de más de 23.300 ha certificadas, de más de 130 empresas exportadoras.

    .Nuestra oferta llega a más de 50 destinos internacionales y permite el ingreso de más de US$ 2.000 millones en divisas al país.

    .La industria de uva de mesa genera desarrollo y empleos formales a más de 100.000 peruanos de las regiones productoras (logrando la verdadera descentralización del país), además de permitir un dinamismo de actividades de soporte y atención al sector (transporte, gastronomía, servicios, proveedores de atención directa al sector).

    “No hay mayor duda, los datos son inobjetables: el Perú se ha consolidado como un referente del sector a nivel global, y nos permite tener más razones para sentirse orgullosos nuestro país”, concluyó.

    Fuente: Agraria.pe

  • ProHass: exportación peruana de palta Hass ascendería a alrededor de 655.000 toneladas

    ProHass: exportación peruana de palta Hass ascendería a alrededor de 655.000 toneladas

    La Asociación de Productores y Exportadores de Palta Hass del Perú (ProHass) ajustó su proyección total de exportación para la campaña 2025. Con base en la información y proyecciones actualizadas de la industria, la nueva estimación se sitúa en alrededor de 655,000 toneladas, lo que representa una reducción de -20% respecto a las previsiones iniciales para este año. A pesar de este ajuste, la campaña 2025 mantiene un crecimiento estimado del 30% en comparación con la campaña 2024.

    A medida que avanza la temporada, se confirma una tendencia hacia un menor volumen respecto a lo informado en marzo. No obstante, el sector mantiene perspectivas favorables en sus principales destinos internacionales. A pesar del incremento de las tarifas navieras y la aplicación de un arancel del 10% en el mercado norteamericano, las exportaciones peruanas hacia Estados Unidos proyectan un crecimiento del 75% frente a 2024, con una participación del 18% del volumen total exportado.

    En tanto, Europa se consolida como el principal destino de la palta Hass peruana, con una proyección de crecimiento del 24% en comparación con 2024. Cabe destacar que Perú lidera el mercado europeo, con una participación del 42%. Por su parte, otros mercados estratégicos como Chile, China y Japón continúan fortaleciendo su posición como destinos clave para el producto nacional.

    El informe destaca que, pese al impacto de los aranceles, el aumento de los costos

    logísticos y la revisión a la baja de las estimaciones iniciales, el desempeño del sector se mantiene sólido, respaldado por la eficiencia operativa, la diversificación de mercados y el estricto cumplimiento de estándares de calidad.

    “Estas cifras confirman que, incluso en un contexto adverso, el esfuerzo conjunto entre productores, exportadores y autoridades permite mantener el ritmo de crecimiento y consolidar a Perú como uno de los líderes en la industria global de la palta Hass”, indicó José Antonio Castro, presidente de ProHass.

    Fuente: AGAP

  • Perú y Chile: el clásico del pacífico

    Perú y Chile: el clásico del pacífico

    Si bien Chile aún supera a Perú en cifras totales, la brecha entre ambos países se ha reducido bastante. Además, los productos estrella de ambos mercados han cambiado radicalmente.

    En la década de 1990, tanto Chile como el Perú iniciaron importantes transformaciones en sus sectores agroexportadores. Chile ya venía desarrollando desde los años 80 políticas de apertura comercial y promoción de exportaciones no tradicionales, consolidándose rápidamente en mercados internacionales. El Perú, por otro lado, salía de una profunda crisis económica y comenzó a aplicar reformas significativas a partir de 1993, promoviendo la diversificación agrícola y la competitividad internacional del sector.

    En 1990, las agroexportaciones peruanas apenas sumaban US$ 300 millones, mientras Chile ya estaba en los US$ 1,000 millones. En aquella época, el Perú destacaba principalmente por sus exportaciones de café y algodón, productos tradicionales muy importantes para la economía nacional. Por su parte, Chile consolidaba su presencia mundial con uvas y manzanas frescas, productos que consolidaron su reconocimiento internacional temprano, enfocándose especialmente en los mercados de Estados Unidos y Europa.

    La evolución en ambos países continuó con fuerza durante las siguientes décadas. En el Perú, las reformas permitieron un boom exportador que posicionó al país como líder mundial en productos antes poco explotados, como el espárrago en los años 2000, con exportaciones que superaron los US$ 480 millones en el 2011; y luego la palta, con exportaciones por US$ 755 millones en el 2018; dichos productos terminaron desplazando al café y algodón en términos de importancia. Con respecto a Chile, hacia el 2010, continuaba dominando en frutas frescas como manzanas y uvas, pero inició un viraje significativo hacia la exportación masiva de cerezas y arándanos en estos últimos años. Ambos países comenzaron entonces a disputar mercados estratégicos en Estados Unidos, Europa y Asia, especialmente China, donde se concentraron los esfuerzos promocionales más recientes.

    Actualmente, los productos estrella han cambiado radicalmente. El principal producto de la canasta agroexportadora peruana es el arándano, que en el 2024 alcanzó exportaciones por US$ 2,342 millones, convirtiéndose en el primer producto agrícola peruano en superar los US$ 2,000 millones y consolidando al país como líder mundial en este cultivo. Chile, en cambio, consolidó a la cereza como su principal producto agrícola, con envíos que alcanzaron los US$ 3,600 millones en el mismo año, aunque con gran dependencia del mercado chino, que absorbe alrededor del 90% de estas exportaciones.

    Si bien Chile aún supera al Perú en cifras totales, la brecha entre ambos países se ha reducido considerablemente. Las agroexportaciones peruanas totalizaron US$ 12,343 millones en el 2024, con una tasa de crecimiento promedio anual de 9% en la última década, frente al 3% registrado por Chile en ese mismo periodo.

    De mantenerse esta tendencia, en un escenario optimista, el Perú podría acercarse a los US$ 15,000 millones en agroexportaciones para el 2025, lo que reduciría aún más la brecha con Chile. Este avance abriría la posibilidad de que el país supere a su vecino del sur antes de lo previsto, impulsado por una mayor diversificación de su oferta exportadora y una menor dependencia de un solo mercado.

    Fuente: FreshFruit

  • La apuesta chilena por el valor agregado y las lecciones para el Perú de la actualidad

    La apuesta chilena por el valor agregado y las lecciones para el Perú de la actualidad

    Chile ha encontrado una estrategia que no está solo en la fruta sino también en toda la cadena productiva que lo acompaña hasta el destino final.

    Mientras el resto de Sudamérica celebra la diversificación acelerada de sus canastas agrícolas, Chile tiene una estrategia de obtener el máximo valor de sus cultivos bandera. El país ha convertido la especialización en una ventaja competitiva: no solo exporta frutas frescas, sino que monetiza cada etapa de la cadena. Esa combinación de profundidad productiva y una agresiva diplomacia comercial explica por qué, pese a su tamaño productivo agrícola, el sector agroindustrial chileno factura más que el peruano y las exportaciones de vino son ejemplo de ello al generar US$ 1,633 millones en el último año.

    Chile adopta una lógica de desarrollar productos, siendo la uva el caso de estudio por excelencia, con exportaciones por US$ 1,494 millones. Pero su aportación no solo se limita al fruto, pues también participa en el suministro de productos. Tras cuatro décadas de inversión en I+D, denominaciones de origen y marketing global, la industria vitivinícola chilena pasó de cifras menores a US$ 100 millones en los años noventa hasta bordear los US$ 1,633 millones en el 2024, pese al revés del 2023, cuando la sequía y el exceso de inventarios redujeron los envíos a US$ 1,532 millones. Este incremento confirma la integración productiva que combina viticultores, instituciones gubernamentales, proveedores de insumos y un sistema logístico que mueve más de 46.7 millones de cajas al año.

    Pero la uva no es el único cultivo, la cereza, estrella indiscutible con exportaciones de US$ 3,599 millones, explicaron 38.9% de las exportaciones frutícolas de Chile en el 2024 (US$ 9,248 millones). Esta industria descansa en una cadena integrada y planificada desde la plantación y la cosecha hasta la producción, el transporte y la distribución que llega a múltiples destinos. En el otro extremo, los jugos, conservas y frutas congeladas aportan un flujo estable, ejemplo de ello en el 2024, los jugos sumaron exportaciones por US$ 243 millones.

    Detrás de estos resultados se encuentra una política de Estado que trasciende gobiernos: ProChile financia estudios de mercado y ferias; CORFO apoya centros tecnológicos; el Servicio Agrícola y Ganadero negocia protocolos fitosanitarios; y el país cuenta con 30 tratados de libre comercio que abarcan el 88% del PIB mundial (65 economías). De este modo, con solo 20.1 millones de habitantes, Chile coloca fruta, vino y productos procesados en más de 145 mercados.

    El Perú puede optar por copiar algunas partes de esta estrategia. En dos décadas, el Perú ha pasado de vender pocos productos a colocar arándanos (US$ 2,342 millones), uvas (US$ 1,741 millones) y paltas (US$ 1,385 millones). Hoy son ya cinco los productos agrícolas que superan la barrera de los US$ 1,000 millones y al menos doce rebasan los US$ 100 millones. Si bien esta diversificación mitiga los riesgos climáticos y de mercado; plantea complicaciones para asignar los recursos destinados a la promoción, I+D, la poscosecha y la generación de productos con valor agregado.

    Chile ha encontrado una estrategia que no está solo en la fruta sino en la cadena productiva que la acompaña: denominaciones, certificaciones, logística y una oferta de productos secundarios (vino, jugos y conservas) que captura valor incluso cuando el precio spot se desploma. El Perú, por su parte, ha demostrado que se puede irrumpir en los principales mercados internacionales con un catálogo expandido de productos agrícolas. Una tarea para el Perú será determinar qué cultivos se pueden impulsar para obtener más valor agregado en toda la cadena productiva.

    Fuente: FreshFruit

  • A pesar de los grandes avances en infraestructura hídrica, el Perú sigue siendo un país vulnerable

    A pesar de los grandes avances en infraestructura hídrica, el Perú sigue siendo un país vulnerable

    El sector agroexportador ha promovido el uso de sistemas de riego presurizado, como el goteo y la aspersión, especialmente en cultivos de alto valor. No obstante, se estima que solo el 20% de los sembríos utilizan riego tecnificado.

    El acceso al agua es fundamental para el sector agroexportador. Si bien el Perú posee una importante riqueza hídrica —con el 95% de sus recursos concentrados en cuencas amazónicas, lo que lo posiciona como el octavo país con mayor disponibilidad de agua dulce en el mundo— esta abundancia no se traslada a la costa peruana, donde se concentra más del 70% de la producción agrícola destinada a la exportación. En estas zonas costeras, de clima árido, la demanda hídrica es alta, y la oferta es sumamente limitada. Actualmente, el Perú solo regula el 0.29% del caudal disponible en represas o embalses, una cifra significativamente inferior a la de países vecinos como Chile (0.5%) o Ecuador (2.6%).

    La infraestructura hídrica en el Perú combina obras públicas —como presas, reservorios y canales— con infraestructuras privadas, entre ellas pozos y sistemas de riego tecnificado. Se estima que existen más de 700 represas, aunque solo se cuenta con información detallada de 273 de ellas. De estas, apenas el 34% se encuentra en buen estado, y solo el 15% dispone de sistemas adecuados de monitoreo, lo que evidencia un deterioro generalizado. Respecto a los reservorios, se han registrado cerca de 1,380 embalses, junto con aproximadamente 63,928 pozos en funcionamiento. En cuanto a canales de riego, existen más de 126 mil kilómetros, muchos de los cuales han sido afectados por fenómenos climáticos en los últimos años.

    En el ámbito de la infraestructura privada, el sector agroexportador ha promovido el uso de sistemas de riego presurizado, como el goteo y la aspersión, especialmente en cultivos de alto valor. No obstante, se estima que solo el 20% de los cultivos utilizan riego tecnificado. Como resultado, la mayoría de la agricultura en el país continúa operando con una eficiencia hídrica baja (menor al 60%). Para sostener el crecimiento del sector, es fundamental ampliar el uso de tecnologías de riego; sin embargo, persisten incentivos que dificultan una adopción masiva.

    Uno de los principales factores que desalientan la tecnificación del riego es el bajo costo del recurso hídrico en el Perú. Comparado con otros países, el agua es extraordinariamente barata. Las tarifas pagadas por las juntas de usuarios que emplean riego tradicional son prácticamente simbólicas, representando menos del 2% del costo real de producción. Se estima que entre el 70% y 80% de los usuarios acceden al agua casi gratuitamente. Aunque esto ha sido una ventaja competitiva para el modelo agroexportador —al permitir precios más atractivos—, también genera una externalidad negativa: la falta de incentivos para ahorrar agua, invertir en tecnologías de riego o financiar el mantenimiento de la infraestructura hídrica.

    El uso de riego no tecnificado también expone a los cultivos a una mayor vulnerabilidad. Un ejemplo claro fueron las recientes crisis hídricas en la costa norte del país, que ocasionaron millonarias pérdidas agrícolas por falta de acceso al agua. Los más afectados fueron los productores del valle del Chira, quienes emplean riego por inundación, impactando cultivos como el limón, el arroz, el banano y el mango. En contraste, los productores de uva y arándano —principalmente grandes empresas con sistemas propios de riego tecnificado y reservorios— sufrieron impactos mínimos.

    Sin embargo, no hay que considerar que la transformación a solo riego tecnificado sea una solución viable. Además de los evidentes costos extras que este trae, existen riesgos y consecuencias que también afectan la sostenibilidad. Por ejemplo, la disminución de agua que representa los métodos tecnificados puede ocasionar la disminución en el aporte otorgado a los humedales naturales, los acuíferos y la fauna dependiente del riego tradicional.

    Además de estar mal manejados este tipo de métodos, es posible que se acumulen sales en la superficie al no tener el lavado continuo que tiene los riegos tradicionales. Un enfoque más integral estaría en el poder combinar ambos métodos mediante infraestructura hídrica de calidad, dependiendo de cada cultivo, e impulsar los grandes proyectos de riego masivo en el país.

    En resumen, la ineficiencia y precariedad de la infraestructura hídrica representan un riesgo significativo en múltiples niveles. En ciertos escenarios, ello puede traducirse en mayores costos para el sector y en una elevada vulnerabilidad productiva. Por eso, la sostenibilidad hídrica no debe entenderse solo como un desafío ambiental, sino como un eje estratégico para garantizar la continuidad del auge agroexportador.

    En el Perú se han identificado importantes iniciativas para mejorar la infraestructura hídrica, incluyendo 22 proyectos de irrigación que en conjunto representan una inversión estimada de US$ 24 mil millones. Con estas obras se espera generar un millón de hectáreas de nueva frontera agrícola, mejorar más de 270 mil hectáreas ya existentes y alcanzar los US$ 40,000 millones en agroexportaciones hacia el 2040. Más del 85% de esta inversión provendría de Asociaciones Público- Privadas (APP).

    El proyecto más ambicioso es el Trasvase Marañón, con una inversión estimada de US$ 7,000 millones. Este busca trasladar agua del río Marañón hacia la costa norte del país, irrigando cerca de 300 mil hectáreas y beneficiando regiones como Lambayeque, La Libertad, Áncash, Cajamarca y Piura. Otros proyectos destacados son: Chinecas (US$ 3,500 millones), que generará 50 mil nuevas hectáreas y mejorará 33 mil en Áncash; Pampas Verdes (US$ 4,000 millones) en Ica y Arequipa, que irrigará 200 mil hectáreas y generará más de 600 megavatios de energía eléctrica; y la tercera etapa de Chavimochic (US$ 750 millones) en La Libertad, que potenciará más de 110 mil hectáreas en los valles de Chao, Virú, Moche y Chicama.

    Aunque una inversión de US$ 24 mil millones puede parecer una cifra extremadamente elevada, es fundamental considerar los beneficios multidimensionales que conlleva. La agroexportación es uno de los sectores que más empleo formal genera en el país. De hecho, entre todos los sectores exportadores, es el principal generador de empleo, concentrando el 44% de los puestos laborales vinculados a la exportación, superando incluso al sector minero.

    Actualmente, la agricultura emplea a más de 4 millones de personas, y solo el segmento destinado a la agroexportación genera más de 1.9 millones de empleos entre directos, indirectos e inducidos. De concretarse las inversiones proyectadas, estas cifras podrían duplicarse, mejorando significativamente las condiciones laborales de millones de trabajadores.

    Asimismo, el impulso a las exportaciones y la mejora en la rentabilidad del sector atraerían nuevos fondos y actores, cada vez más grandes y formales. Esto no solo dinamizaría la economía rural, sino que también contribuiría a la generación de empleo digno y formal en todo el país.

    Lograr destrabar estos proyectos no es imposible. Existen varios planes de los mencionados que han logrado hacerlo. Un claro ejemplo es Chavimochic III Etapa, fundamental para ampliar la frontera agrícola en La Libertad, estuvo paralizado desde el 2016 debido a problemas contractuales con la concesionaria Odebrecht, involucrada en casos de corrupción. Para destrabarlo, el Estado peruano resolvió el contrato en el 2020 y optó por ejecutarlo mediante la modalidad de Estado a Estado. En el 2023, se firmó un acuerdo con el Gobierno de Canadá para brindar asistencia técnica y garantizar transparencia en el proceso. Gracias a ello, en diciembre de ese año se adjudicó la obra, reactivando su construcción.

    Este esfuerzo ha servido como referente para otros gobiernos regionales, que han comenzado a seguir el mismo camino con avances significativos. Un ejemplo destacado es el del Gobierno Regional de Arequipa, que logró destrabar el proyecto Majes Siguas II, paralizado durante varios años, al firmar en el 2022 un acuerdo con la concesionaria Angostura Siguas S.A. Esta renegociación permitió reactivar una obra clave para la región, con una inversión total de US$ 654 millones, orientada a convertir a Arequipa en un nuevo polo agroexportador del sur del país.

    Otro caso representativo es el del Proyecto Chinecas, en la región Áncash, que ha enfrentado múltiples intentos fallidos de reactivación en las últimas décadas. En el 2024, el Gobierno Regional de Áncash suscribió un convenio con el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI) para impulsar la adjudicación de tierras y viabilizar su ejecución. El relanzamiento del proyecto permitiría una gestión más eficiente del recurso hídrico de los ríos Santa, Nepeña y Casma, beneficiando directamente a miles de pequeños y medianos agricultores del norte peruano.

    Estos nuevos proyectos prometen transformar el sector agroexportador y mejorar la eficiencia en el uso del agua. Sin embargo, alcanzar los objetivos de desarrollo sostenido no dependerá únicamente de continuar con las inversiones, sino también de ajustar los esquemas tarifarios para internalizar los costos reales del agua. De no hacerlo, persistirá una alta vulnerabilidad hídrica, como ya lo ha demostrado la naturaleza en los últimos años. Si el país logra superar estos retos, podría posicionarse como un proveedor agroexportador de mayor envergadura y menor riesgo, mejorando su competitividad mediante infraestructura moderna y un uso sostenible del recurso hídrico.

    Fuente: FreshFruit

  • Comportamiento del mercado de palta durante las semanas 18 a 21

    Comportamiento del mercado de palta durante las semanas 18 a 21

    Las exportaciones de palta muestran una campaña con volúmenes superiores a los de los dos últimos años, tanto en despachos por vía marítima como aérea.

    Las exportaciones de palta muestran una campaña con volúmenes superiores a los de los dos últimos años, tanto en despachos por vía marítima como aérea.

    Por ejemplo, en la semana 21 del 2025 se alcanzaron 28,499 toneladas, mientras que en el mismo periodo de años anteriores no se superaron estos niveles. Sin embargo, pese al alto volumen actual, todo indica que estamos llegando a una estabilización de los volúmenes de envíos desde el periodo que va de la semana 18 a la 21, debido a la mayor competencia; por ello, durante esas últimas cuatro semanas los despachos rondan las 28,456 toneladas en promedio.

    Este aumento repentino en los volúmenes exportados tiene una contracara: la presión en los precios internacionales. En efecto, según los últimos datos globales, los precios promedio han descendido consistentemente. En el caso del Perú, se ha pasado de un promedio por kilogramo de US$ 2.23 de las semanas 1 a la 17 a tener en las semanas de la 18 a la 21 un promedio de US$ 1.81 por kilogramo, teniendo un rango de precios de US$ 1.89 a US$ 1.70 por kilogramo.

    Este comportamiento refleja una situación de sobreoferta en mercados clave como Europa, Norteamérica y Asia, especialmente debido al incremento de la producción en el Perú, que apunta a cerrar el año con mayores remesas al superar desde la semana 12 hasta la fecha los envíos del 2023 y 2024.

    La situación actual genera un escenario complejo para exportadores y proveedores logísticos peruanos. El mercado internacional, si bien estable en demanda, está mostrando una creciente sensibilidad al volumen de oferta. La disminución en la compra de insumos, como cajas de exportación, podría estar anticipando ajustes en la planificación logística para adaptarse a menores márgenes operativos debido a la caída de precios.

    Fuente: FreshFruit

  • Remesas de mandarina fresca aumentan a pesar de caída en el precio

    Remesas de mandarina fresca aumentan a pesar de caída en el precio

    El aumento en los envíos de mandarina peruana se dio en gran medida debido al incremento de la demanda de sus principales mercados, destacando especialmente Estados Unidos, Japón y Canadá.

    En mayo del 2025, las exportaciones peruanas de mandarina fresca experimentaron un incremento, alcanzando las 25,687 toneladas enviadas por un valor de US$ 32.1 millones. Esto representó un crecimiento del 47% en volumen y un 42% en valor respecto al mismo mes del año anterior, a pesar de que el precio promedio cayó un 3.8%, situándose en US$ 1.25 por kilogramo.

    El aumento en los envíos de mandarina peruana se dio en gran medida debido al incremento de la demanda de sus principales mercados, destacando especialmente Estados Unidos, Japón y Canadá, destinos que aumentaron notablemente sus compras en comparación con la misma etapa del año anterior.

    Asimismo, en este periodo el cítrico llegó a 18 destinos (tres menos que en el 2024), lo cual no fue impedimento para superar al mismo mes del año pasado. De todos los países a los que abasteció, los Estados Unidos se mantuvo como el principal comprador (49% de participación), con 12,649 toneladas enviadas valorizadas en US$ 15.7 millones, un incremento del 34% en volumen y 22% en valor frente a mayo del año anterior. El precio promedio, sin embargo, disminuyó en 8%, a US$ 1.24 por kilogramo. Las principales empresas exportadoras hacia este mercado fueron la Compañía de Exportación y Negocios Generales S.A. con el 41% y el Consorcio de Productores de Fruta S.A. con el 19%.

    En segundo lugar, Japón destacó con el mayor crecimiento relativo (13% de participación), incrementando sus compras en 148% en volumen y 151% en valor, totalizando 2,719 toneladas y US$ 4.3 millones respectivamente, a un precio promedio estable de US$ 1.58 por kilogramo. Grupo Comercial Campo Verde S.A.C. lideró las exportaciones hacia este país con un 48% de participación, seguido por Procesadora Laran S.A.C. con 34%.

    Cerrando el podio, Canadá también mostró un aumento en sus adquisiciones (9% de participación), con envíos que alcanzaron las 2,498 toneladas y US$ 2.9 millones, lo que representó crecimientos de 23% en volumen y 33% en valor. El precio promedio mejoró ligeramente en 8%, llegando a US$ 1.15 por kilogramo. Procesadora Laran S.A.C. y Siembra Alta S.A.C. fueron los principales exportadores con participaciones del 23% y 22%, respectivamente.

    Respecto a la logística utilizada en mayo, el terminal portuario de DP World concentró el 57% del volumen exportado; seguido por APM Terminals, con el 31%; Terminal Portuario General San Martín – Paracas, con 11%; y el Terminal Portuario Multipropósito de Chancay, con 1%.

    Fuente: FreshFruit