El crecimiento está marcado por un cambio en el mapa de destinos internacionales. Estados Unidos se mantiene como principal receptor, con un 35% del total, pero el mayor impulso provino de China (+219%) y Europa (+190%), que en conjunto representan ya casi la mitad de los envíos. El Reino Unido también mostró un alza significativa (+104%).
Este reposicionamiento de mercados refleja la estrategia de diversificación comercial del sector, que busca reducir la dependencia de Norteamérica y abrir nuevas oportunidades en Asia y Europa. La tendencia se sustenta en inversiones en poscosecha, logística marítima y transporte aéreo, que en esta campaña han mostrado un desempeño superior al de años anteriores.
En el plano productivo, La Libertad y Lambayeque concentraron más del 75% de los envíos, confirmando su liderazgo en la agroindustria peruana. A nivel varietal, Sekoya Pop lidera con el 23% de participación, seguida de Biloxi y Rocío, lo que evidencia la creciente apuesta por materiales genéticos adaptados a distintos mercados y exigencias.
Sostenibilidad
Un aspecto clave de esta campaña ha sido el despegue del arándano orgánico, con un crecimiento del 152% respecto al ciclo anterior. Este resultado refleja no solo la creciente demanda internacional por alimentos sostenibles y con certificaciones ambientales, sino también la capacidad del sector peruano de responder a nichos de mayor valor agregado, posicionando al país como proveedor de fruta premium en el mercado global.
Genética
La diversificación varietal también marca un cambio estratégico. El protagonismo de Sekoya Pop, con un 23% del volumen exportado, confirma la adaptación a nuevas demandas comerciales, en particular por firmeza, sabor y vida útil poscosecha. A esta variedad se suman Biloxi, Rocío y Ventura, que en conjunto muestran cómo el país apuesta por un portafolio genético más amplio, capaz de sostener la competitividad y abrir oportunidades en diversos mercados internacionales.
Fuente: Blueberries Consulting