El ingeniero civil industrial Juan Manuel Rojas acaba de ser nombrado CEO Global de Sparx Logistics, con presencia en 22 países de Asia, Europa y América. Sparx Logistics mueve más de 100.000 contenedores al año y ya se considera una de las empresas más grandes en importaciones marítimas de China a Chile (medido en cantidad de contenedores).
Rojas señala que uno de los grandes desafíos logísticos es la congestión portuaria: «Estamos viendo el peor momento de congestión portuaria de la historia o, al menos, de los últimos 20 años, con este problema presente en todo el mundo, desde Estados Unidos y México hasta Europa y China».
Este problema, agrega, puede ser incluso más complejo que los desafíos logísticos pospandemia, pues ahora no se trata de falta de unidades o espacio en los barcos, sino de la imposibilidad de recalar en los puertos en los tiempos adecuados. «Esto ha generado tiempos de tránsito extremadamente largos, afectando toda la cadena de suministro. Como ejemplo, el tiempo de tránsito desde China a un puerto chileno pasó de 36-40 días a una media de 60, habiendo casos en que se han sobrepasado los 70 días», complementa.
Este problema no verá solución en el corto plazo. «Nos vamos a tener que acostumbrar a vivir con este problema», añade.
Medidas arancelarias y Chile
Tras el llamado Liberation Day, existe «un caos generalizado. La imposición de nuevos aranceles a China está obligando a muchas empresas a redirigir sus cadenas de suministro, aumentando la presión sobre otros países, principalmente en el Sudeste Asiático y México. Todo indica que las disrupciones en la logística seguirán», destaca Rojas, quien estima que la incertidumbre geopolítica a la que podemos sumar la inflación continuará presionando los costos y obligando a las empresas a replantear sus estrategias de abastecimiento.
«Grandes manufactureras chinas que vendían a los retailers de Estados Unidos, y que ahora están asustadas, probablemente empiecen a tocar la puerta a retailers latinoamericanos, dando un nuevo destino a su producción. Esto tiene un lado positivo: empresas gigantes con niveles de calidad altísimos, podrían tocar la puerta a retailers latinoamericanos, permitiéndoles acceder a proveedores a los que antes no tenían acceso», añade.
En el plano local, indica que Chile requiere urgente una mejora de la infraestructura portuaria que le permita recibir naves más grandes y «competir logísticamente con otros países como Perú, que ya tiene su megapuerto de Chancay, y ser alternativa a los puertos de Argentina y Brasil».
En cuanto a las importaciones, indica: «Siendo [Chile] el último país de la cadena de suministro de importación, requerimos mejorar nuestra competitividad. Como muchos barcos provenientes de China van parando de norte a sur en América, partiendo por México, la congestión que se produce en los puertos previos termina afectando sobre todo a Chile por ser el puerto final».
Fuente: Fresh Plaza