El tradicional berry del tipo Biloxi, clave para el inédito crecimiento productivo del país, fue superado por Ventura dadas sus ventajas en sabor, tamaño y rendimiento. No obstante, la industria está abocada en la búsqueda de nuevas variedades que mejoren aún más su posición competitiva.
Marienella Ortiz, Lima
El principal exportador de arándanos del planeta cambió el caballo de batalla que le permitió conquistar los grandes mercados. Se trata de la variedad Biloxi, la que se adaptó rápidamente al clima peruano y permitió una producción de, al menos, 3 kilos por planta. Características clave para que, en menos de una década, Perú pasara de ser un productor incipiente de este berry a encabezar los listados de sus envíos globales. En la campaña 2021/2022, Perú espera exportar unas 200.000 toneladas de esta fruta, mientras que apenas hace cinco años no superaba las 13.000 toneladas.
No obstante, desde un inicio fueron visibles algunos problemas relacionados a la elevada acidez y al pequeño tamaño de la baya. Eso llevó a que, desde un inicio, los productores de este país exploraran otras variedades de uso libre, como Ventura que enmendaba varias de las deficiencias de Biloxi. Mientras que el calibre de ésta es de 1,6 mm, la baya de Ventura está en 2,3 a 2,4 mm. La diferencia de tamaños no sólo da una ventaja cosmética a la más grande lo que termina favoreciendo su selección en los supermercados. Según Federico Beltrán, gerente general de Terra Business, el mayor calibre también se refleja en una mayor necesidad de mano de obra en el caso de Biloxi y, por ende, en mayores costos de producción. “El costo de cosecha por kilo de Biloxi debe estar 10 centavos más que Ventura, eso es casi un 60% más en un negocio que necesita afinar sus costos”, indica. Además, agrega que está el tema del sabor, pues Ventura es menos ácida que la variedad pionera.
Para Sebastián Ochoa, asesor internacional en producción de arándanos, Biloxi fue el punto de partida para las producciones en zonas ecuatoriales y zonas subtropicales. No obstante, su menor calidad y bajo rendimiento cosechero por tamaño y peso llevó a que se probasen opciones. “Todo ello llevó a que los productores busquen un material genético que tenga calidad, tamaño y peso de fruta y Ventura cumple eso, siendo una variedad abierta, que no pertenece a un club cerrado”, comenta.
De acuerdo a cifras de la asociación peruana de productores Proarándano, en este 2021, el 32% de las 16,500 hectáreas que existen en Perú del cultivo corresponden hoy a Ventura, mientras que Biloxi se lleva solo el 30%. Es el primer registro en la corta pero dinámica historia del arándano peruano en que Biloxi abandona el primer lugar. En 2018, el 60% de la superficie plantada era Biloxi y Ventura, con el segunda lugar, sumaba solo 16%.
Luis Miguel Vegas, gerente general del gremio, indica que en total son 5,300 ha de Ventura sembradas en el país, pero desde ya adelanta que existe un gran dinamismo del sector en seguir explorando con otras variedades existentes en el mercado. En esa línea, destaca que ya suman 60 las variedades instaladas y que se diluyen en ese 38% de hectáreas restantes que no son ni Ventura ni Biloxi.
“En el futuro, lo que veremos serán muchas variedades compartiendo porcentajes importantes de participación, más que una concentración en una o en pocas. ”.
Luis Miguel Vegas, gerente general de Proarándano
“En el futuro, lo que veremos serán muchas variedades compartiendo porcentajes importantes de participación, más que una concentración en una o en pocas. Muchas de estas variedades se hacen a modo de prueba y, dependiendo de las que mejor desempeño tengan, se van escogiendo y acortando en el campo la cantidad de variedades”, indica.
Entre las 60 variedades, menciona que Rocío (de Hortifrut) y Emerald (de Fall Creek) son las otras dos que tienen protagonismo en las exportaciones.
EL FACTOR PRECOCIDAD EN LA OFERTA GENÉTICA
Los expertos consultados por Redagrícola explican que son dos las razones las que explican la gran paleta de variedades que vienen explorando los productores peruanos. Una de ellas es el gran desarrollo de nueva genética por parte de diferentes firmas internacionales en el mundo, interesados en el crecimiento de Perú, y la precocidad de las nuevas variedades que permiten en solo una cosecha saber si funcionarán o no en el campo.
“El clima en el Perú proporciona precocidad al arándano; es decir que puedes plantar esta fruta y al poco ya tienes producción. Esto es bueno para hacer pruebas y seleccionar rápidamente y descartar, de ser el caso, algunas variedades a la hora de definir el proyecto”, apunta Luis Miguel Vegas. “Esta precocidad es una gran ventaja para esta etapa de recomposición varietal de las empresas”.
Por su parte, Beltrán, de Terra Business, destaca que el material genético que se utiliza en el país proviene de 12 programas genéticos y ocho clubes que cada año ofrecen nuevas variedades con mejoras en la calidad y condición de la fruta. Adicionalmente, refiere que el 65% de la producción de arándanos proviene en la actualidad de variedades protegidas. “Perú es el mercado más atractivo para todos los programas genéticos del mundo, debido a la capacidad de crecimiento que ha mostrado en este cultivo, una velocidad incomparable a nivel mundial. Por ello, han reorientado sus investigaciones hacia variedades sin frío para nuestro clima”, apunta.
“Perú es el mercado más atractivo para todos los programas genéticos del mundo, debido a la capacidad de crecimiento que ha mostrado en este cultivo, una velocidad incomparable a nivel mundial. Por ello, han reorientado sus investigaciones hacia variedades sin frío para nuestro clima”.
Federico Beltrán, gerente general de Terra Business
De esta manera, para Beltrán, la variedad Ventura representa una transición de las variedades públicas hacia las protegidas con alta diferenciación de calidad. Lo que se busca ahora es una Ventura con un mejor sabor y con los mismos o más altos niveles productivos (4 kilos por planta).
El asesor Sebastián Ochoa alerta que los mercados más exigentes también están dejando de exigir Ventura. Entonces, los proyectos nuevos se están plantando con otras variedades nuevas que son patentadas (pagan una regalía o royalty) o que son de club (además del royalty, pagan un ´fee´ o tarifa adicional y su comercialización corre a cargo de circuitos cerrados por la casa genetista). Entre las casas que ofrecen material genético protegido, menciona a representantes de Driscoll’s, Hortifrut, Ozblu, Fall Creek y MBO.
Sobre otras variedades que podrían figurar en las próximas campañas, menciona que despierta mucho interés la de nombre Atlas, porque tiene buen sabor, es menos ácida y tiene similar productividad que Ventura. Sin embargo, señala que todos los programas genéticos están desarrollando nuevas opciones, porque el objetivo es contar con un arándano con buen sabor, firmeza, gran tamaño, cantidad de pruina o bloom, precocidad, mayor vida de cosecha, menor susceptibilidad a enfermedades y otras cualidades más.
Este interés por las casas genéticas continuará en la medida que siga creciendo el número de hectáreas en el Perú. Proyecciones de la industria anticipan un crecimiento de 20% para los próximos 3-4 años, los campos dedicados a la fruta debieran totalizar unas 20 mil hectáreas.
Fuente: RedAgrícola