Hasta setiembre del 2022, las exportaciones de fresa sumaron 14,240 toneladas por un valor de US$ 27 millones. Esto representa un crecimiento del 8% en volumen y 1% en valor. Debido al aumento de la demanda norteamericana por fresas, se podría esperar que en el último trimestre del año los envíos presenten un mayor aumento.
La fresa es un producto de alta demanda a nivel mundial. Sin embargo, es un producto de cierta sensibilidad en su producción. Los cultivos de esta fruta alrededor del mundo sufren constantes desvaríos en los ritmos de envíos debido a los cambios climáticos y a las dificultades para transportarlo en óptimas condiciones.
En el Perú, las áreas sembradas de fresa han ido en aumento en los últimos años. En el 2017, se reportaba cerca de 2,000 hectáreas y para finales de 2021 ya llegaban a 3,500 hectáreas. Debido a la rentabilidad de este producto y a la tendencia de reemplazo de cultivos menos productivos, se esperaría que las áreas sembradas sigan en aumento.
El 99% de los envíos de fresa peruana es en presentación de congelados. Hasta septiembre del 2022, las exportaciones de la frutilla sumaron 14,240 toneladas por un valor de US$ 27 millones. Esto representó un crecimiento del 8% en volumen y 1% en valor. Sin embargo, es importante considerar que en el último trimestre del año se suele concentrar el 59% de los despachos, por lo que aún no es definitivo el resultado. Si bien la caída de los precios es un factor determinante para la decisión de los exportadores, también se debe considerar los problemas productivos de los países competidores en plazas clave.
EVOLUCIÓN DE LOS ENVÍOS DE FRESA EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
El Perú envío sus primeras 1,000 toneladas de fresa congelada en el año 2003. Desde ese momento y hasta el 2007, los envíos fueron bastante irregulares. Se presentaron caídas en el volumen en el 2004 y hasta el 2006 no se pudo recuperar. Al ser un producto relativamente nuevo para la exportación, los productores no confiaban en la rentabilidad del cultivo. Además, el precio presentaba cierta volatilidad que no permitió el ingreso de más inversionistas. Por ejemplo, en el 2005 el precio promedio se redujo hasta los US$ 0.94 por kilogramo, 14% menos a lo que se recibió en el inicio de esta etapa.
En el 2007, el contexto empezó a mejorar para los envíos de fresa peruana. En este año se logró enviar cerca de 3,000 toneladas y el crecimiento fue constante por ocho años. Para el 2014 se logro un récord de 16,272 toneladas. En este periodo, el precio recibido por el producto fue relativamente alto y en constante crecimiento. El kilogramo en promedio nunca estuvo por debajo de US$ 1 y, en el 2012, alcanzó el récord de US$ 1.64. Durante esos ocho años la tasa de crecimiento del precio fue de 5% anual. Lo cual explicó el ingreso de nuevos productores de fresa y el crecimiento de los envíos.
Pero en el 2015 los envíos peruanos iniciaron una nueva etapa de caídas. En aquel año, México aumentó su producción en un 17% y destinó este producto hacia las principales plazas de las fresas peruanas: los Estados Unidos y Canadá. Por otro lado, Chile también vio aumentar su producción en más de 15%. Esto generó un desplazamiento del producto peruano, que solo logró enviar 11,598 toneladas, 29% menos que el año anterior. Esta tendencia continuó por tres años, periodo en el cual se tuvo una tasa de crecimiento promedio anual de -17%. Para el 2017, los envíos se habían reducido a solo 9,147 toneladas. La mayor parte de producción de fresa durante esta etapa fue destinada al consumo interno y solo cuando el precio dentro del país caía, los productores destinaban volumen a las empresas de congelado.
Desde el 2018, comenzó una nueva etapa de crecimiento sostenido para la fresa. Con 9,793 toneladas enviadas ese año, consiguió un crecimiento del 7%. A partir de aquí inició un proceso de recuperación que no se vio ralentizada por la pandemia. El aumento de la demanda de productos congelados fue favorable para este producto. Con una tasa de crecimiento anual del 37% en estos últimos cuatro años, durante el 2021 la fresa peruana consiguió un récord de 32,405 toneladas. El precio también incrementó en un promedio de 4.5% anual, hasta superar los US$ 2 por kilogramo.
En los primeros meses del 2022 se presentó un aumento de los volúmenes, pero con una caída de los precios. Sin embargo, se espera que al final del año la tendencia del precio se revierta ligeramente debido al menor crecimiento productivo de México y Estados Unidos por problemas climáticos. La producción de Florida, que esperaba un crecimiento del 15% en este año, está siendo ralentizada por el frío que se presentó en el primer semestre del año. En México, además, estados como Guanajuato presentaron plagas como la Pestalotia que afectan gravemente a la fresa. Por ello, se proyecta que la demanda del mercado norteamericano, el cual está creciendo a ritmo acelerado, no será completamente satisfecha al final del año. Con esta perspectiva, se espera que los envíos de fresa peruana se vean beneficiados en el último trimestre del año.
PRINCIPALES DESTINOS
Hasta septiembre del 2022, los principales destinos de la fresa peruana fueron los Estados Unidos (55% de participación), Canadá (27%) y Japón (6%).
Las exportaciones hacia los Estados Unidos sumaron 7,493 toneladas por US$ 15 millones, 16% más en volumen y 10% más en valor en comparación a similar periodo del año anterior. En este mercado, el precio promedio de la fruta peruana fue US$ 1.97 por kilogramo, 5% menor.
En cuanto a los envíos hacia Canadá, estos alcanzaron las 4,072 toneladas por US$ 7 millones, 14% más en volumen y 8% mayor en valor con respecto al periodo previo. El precio que se pagó en esta plaza por el producto peruano fue de US$ 1.77 por kilogramo, 5% menos.
Finalmente, los envíos hacia Japón fueron de 776 toneladas de fresa por US$ 2 millones, similar volumen al año pasado, pero con 10% menos de valor. El precio que se pagó en este destino fue US$ 1.94 por kilogramo, 10% menos que el periodo anterior.
Fuente: Fresh Fruit